El estampado convencional o tradicional solía hacerse con impresión serigráfica. En la actualidad, el estampado convencional se realiza principalmente con impresoras rotativas, aunque aún se utilizan pantallas planas. La ventaja de esta tecnología radica en su alta velocidad de producción, lo que reduce el coste de impresión y permite tiradas de estampación más largas. Por otro lado, los diseños se ven limitados por el tamaño de la pantalla y la producción de escenas requiere una significativa inversión de tiempo y recursos . Cada pasta de estampación contiene un compuesto de colorantes, espesantes y auxiliares que deben prepararse de forma separada. Este es el motivo por el que el estampado convencional se utiliza habitualmente en tejidos de uso doméstico, como cortinas, sábanas y otros productos que presentan patrones cromáticos recurrentes y largas tiradas de impresión.