Control dinámico de la temperatura: la tendencia textil más fresca hasta el momento
La temperatura puede proporcionar o impedir la comodidad para los amantes del aire libre. Sea cual sea la calidad de sus tejidos, a la gente le gusta hacer ejercicio y todos tenemos que sufrir las grandes diferencias de temperatura, el sudor y la ropa pegajosa. Es cierto que usted, como fabricante de tejidos, no puede reducir el sudor que produce la piel de sus clientes. Pero lo que sí puede hacer es saber más acerca del llamado control dinámico de la temperatura. Tal vez sea justo lo que necesitan sus clientes para hacer frente al calor sin renunciar al confort cuando hagan… bueno, prácticamente cualquier cosa.
La temperatura: un tema candente
Y usted pensará: «Vale, la gente suda cuando hace ejercicio o cuando corre para coger el autobús. ¡Vaya novedad!». Y lleva razón, pero con un sencillo matiz: los clientes son más exigentes que nunca. A medida que el deporte va adquiriendo popularidad y se va integrando en la vida cotidiana, los clientes valoran más la comodidad. Es por ello que buscan funciones adicionales en la ropa que les ayuden a permanecer secos y ventilados durante todo el día. Por otra parte, el cambio climático está ahí, y gente de todo el mundo empieza a sentir diferencias de temperatura más acusadas en cada cambio de estación. El resultado es un crecimiento acelerado del mercado de los tejidos refrigerantes. En 2016, su valor ascendía a los 1250 millones de dólares y está previsto que crezca a una tasa compuesta de crecimiento anual (TCCA) de en torno al 11 % entre 2017 y 2025. ¡Se dice pronto!
¿Qué problema solucionamos?
Empecemos con un poco de biología. El cuerpo humano utiliza varios trucos para librarse del exceso de calor que se produce cuando realizamos una actividad (o nos estresamos, o ambas cosas). Primero, transforma la energía química en energía mecánica, que se transforma parcialmente en calor. En segundo lugar, el organismo estimula la producción de sudor, que se libera a través de la piel. La evaporación del sudor nos ayuda a reducir el calor. Para que se produzca la evaporación es necesario que el calor de la piel se evapore, lo que hace que la piel se enfríe. Sin embargo, el sudor también provoca incomodidad. La ropa se humedece y se pega a la piel, lo cual es aún peor con los materiales hidrofílicos, que no permiten la salida del sudor ni del calor. Visto así, es evidente que los fabricantes de tejidos tienen la llave para que hacer ejercicio sea más confortable e incluso para una vida más confortable en general.
Qué hay que hacer?
Si quiere que las diferencias de temperatura sean más llevaderas para sus clientes, la solución no es un simple cambio de tejido. Mientras que el poliéster mantiene todo el sudor aprisionado en el interior de la ropa, el algodón tiene tendencia a humedecerse y a pesar más. Ninguna de las dos opciones es ideal. La solución pasa por fabricar tejidos ligeros y transpirables que tengan la capacidad de absorber la humedad. La absorción de la humedad por capilaridad transfiere la humedad a través de un material hidrofílico, de forma que pueda extraerse o subir a la superficie. Esto resuelve el problema hidrofílico y tiene un efecto refrigerante en la superficie del organismo.
Control dinámico de la temperatura mediante micelas
Existe una segunda condición que deben cumplir sus productos. Es posible que sus clientes tengan calor, pero no durante todo el día, razón por la cual debe emplear una tecnología que active las propiedades de refrigeración solo cuando sea necesario. Es lo que nos gusta llamar control dinámico de la temperatura y es el avance más prometedor del mundo de los tejidos. Los fabricantes de tejidos suelen recurrir a menudo al control estático de la temperatura para mantener un nivel estático de transpirabilidad y refrigeración. Este método no adapta el nivel de aislamiento térmico a los cambios que se produzcan en las condiciones ambientales o en el microclima del organismo, pudiendo provocar un efecto refrigerante excesivamente elevado, o ningún efecto en absoluto. La tecnología de las micelas es ideal para que sus propiedades de refrigeración sean dinámicas. Las micelas son pequeñas células que se activan cuando entran en contacto con el calor corporal y la humedad, lo que activa los ingredientes refrigerantes que poseen. Las micelas se deshidratan cuando están en el armario, por lo que son muy duraderas.
Ejemplos de la vida real
Hasta ahora nos hemos referido solo al mundo del deporte, y es lógico porque cuando hacemos deporte, las personas estamos sometidas a diferencias de temperatura constantemente. Las marcas deportivas ya han lanzado el reclamo de los denominados tejidos inteligentes, ofreciendo prendas transpirables que ayudan a los atletas a permanecer secos mientras se reduce su temperatura corporal. Pero hay muchas más opciones. El terliz de los colchones, por ejemplo. Uno de nuestros clientes utiliza el control dinámico de la temperatura en una línea de productos que incluye colchones que enfrían el cuerpo de su dueño, potenciando al máximo la calidad del sueño. Si lo piensa, la tendencia del control dinámico de la temperatura se puede aplicar a cualquier pieza de textil. Piense en los protectores para patas de muebles, el tapizado del coche, la ropa informal, los productos textiles para el sector médico y la ropa para hacer yoga. ¡No hay límites!
Le ha animado nuestro blog a informarse más sobre el control dinámico de la temperatura? ¡Nuestro producto TASTEX Cool, que utiliza la tecnología de las micelas para liberar xilitol como agente refrigerante, no le defraudará!
